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Conoce la historia de los tres jóvenes hebreos que desafiaron al rey Nabucodonosor y su fe inquebrantable
La historia de los tres jóvenes hebreos, Sadrac, Mesac y Abednego, es una historia de fe y valor. Estos tres jóvenes judíos fueron llevados cautivos a Babilonia por el rey Nabucodonosor. El rey ordenó a todos sus súbditos que se inclinaran ante una estatua de oro que él había hecho.
Pero Sadrac, Mesac y Abednego se negaron a adorar la estatua. Ellos creían que solo debían adorar a Dios. El rey se enfureció y los mandó a un horno de fuego ardiente.
Pero Dios protegió a los jóvenes. Cuando el rey miró al horno, vio que había cuatro personas dentro, no tres. ¡Dios había enviado a su ángel para protegerlos del fuego!
Esta historia nos enseña que debemos ser fieles a Dios, sin importar las consecuencias. También nos enseña que Dios siempre está con nosotros, incluso en los momentos más difíciles.
¿Qué podemos aprender de los tres jóvenes hebreos?
- Ser fieles a Dios, sin importar las consecuencias. Los tres jóvenes hebreos se negaron a adorar la estatua de oro, incluso sabiendo que podían ser asesinados.
- Confiar en Dios, incluso cuando las cosas son difíciles. Los jóvenes hebreos confiaron en que Dios los protegería del fuego.
- Ser valientes para defender nuestras creencias. Los tres jóvenes hebreos no tuvieron miedo de hablar en contra del rey Nabucodonosor.
La historia de los tres jóvenes hebreos es una historia inspiradora que nos recuerda que Dios siempre está con nosotros, incluso en los momentos más difíciles.
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