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Un análisis crítico sobre la indiferencia ante la persecución de los judíos
Es fácil ser indiferente․ Es fácil mirar hacia otro lado cuando hay problemas en el mundo․ Es fácil pensar que no nos afecta‚ que no es nuestro problema․ Pero la indiferencia es un problema muy grave․ La indiferencia significa que no nos importa lo que le pasa a los demás․ Significa que no nos importa la justicia‚ la verdad‚ el amor o el bien․ Significa que no nos importa si el mundo es un lugar mejor o peor․
La indiferencia es un mal porque permite que la injusticia continúe․ Cuando somos indiferentes ante la injusticia‚ permitimos que las personas que la sufren sean víctimas de la opresión y el abuso․ La indiferencia es una amenaza a los derechos humanos porque no permitimos que se defiendan․
Es importante que no seamos indiferentes ante la injusticia․ Debemos luchar por un mundo más justo‚ un mundo donde todos tengan los mismos derechos y oportunidades․ Debemos ser solidarios con los que sufren y no dejar que la injusticia se extienda․
La indiferencia es un mal que podemos combatir․ Podemos empezar por informarnos sobre las injusticias que hay en el mundo․ Podemos ayudar a los que sufren․ Podemos luchar por un mundo más justo․
No seamos indiferentes․ Seamos parte de la solución‚ no del problema․
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